Hace dos años que la Escuela de Cuenta Cuentos (ECC) de la Fundación Mustakis realiza su labor en la Ciudad Jardín gracias al trabajo que impulsó y desarrolla hasta hoy el Programa de Educación Patrimonial PASOS dependiente de la Unidad de Patrimonio de la I. Municipalidad de Viña del Mar.
Los cientos de alumnos que se han inscrito en estos talleres que estimulan el desarrollo personal en varios aspectos del ser humano se han formado en la Sala Aldo Francia del Palacio Rioja, espacio patrimonial entrañable y de gran valor que en la actualidad ha comenzado a ser restaurado por los estragos que causó en el recinto el terremoto de 2010.
Para evaluar lo que ha sido este trabajo conjunto, conversamos con María Paz Pizarro Jara, la profesora del nivel avanzado de la ECC Viña del Mar y esto fue lo que nos contó.
- ¿Qué le ha parecido desarrollar su labor como profesora de la ECC en la Sala Aldo Francia del municipio?
Desde que comenzó la ECC en Viña del Mar se nos acogió en la Sala Aldo Francia. Lugar muy acogedor y dispuesto para las actividades que se necesitan realizar como escuela. Cada vez que uno llega la sala está en completa disposición para los alumnos. Cuidan mucho la sala y eso se agradece pues se transmite ese cuidado a los alumnos y genera un sentido de pertenencia con el espacio. Podría decir que se genera cariño por el espacio y por quienes son parte de él. Además que es una sala maravillosa, con sus butacas impecables y un espacio cuidado para trabajar.
Las muestras se realizan en la misma sala y eso es muy bueno pues, cuando llegan los colegios con niños de primer ciclo básico (que probablemente están por primera vez en un lugar así), se acerca de buena manera la belleza y el cuidado de los espacios culturales a los niños y niñas.
- Tras dos años continuos de realizar la ECC en Viña del Mar ¿cómo valoraría el apoyo entregado por la Unidad de Patrimonio del municipio para la ejecución de los cursos que han realizado?
La escuela es parte de la Unidad de Patrimonio del Municipio por medio del programa PASOS, desde esa perspectiva lo que se intenta hacer como escuela para ser un real aporte al patrimonio intangible de la ciudad es que los alumnos en su nivel avanzado (que es el nivel donde se trabaja directamente rescate de patrimonio oral) intenten buscar historias que tengan que ver con la ciudad, con Viña del Mar, crear un sentido más allá de escoger una leyenda o mito porque hay que hacerlo “para una muestra”. Es importante rescatar este patrimonio y transmitírselo a los niños. Pensar por un momento “Qué quiero que no se pierda en el tiempo” y desde ahí buscar, para que las historias se conserven y seamos un real aporte con la identidad de un lugar. Hay una gran red de establecimientos y educadores que son parte de nuestros intereses, es bueno trabajar en conjunto.
Por todo lo anterior, es importante que la escuela esté bajo el amparo de la Unidad de Patrimonio. Creo que siempre se puede hacer más, buscar historias, crear cercanía, realizar un trabajo más profundo sobre el rescate de las historias de la ciudad, trabajando en conjunto es posible. Hay aún un gran camino por recorrer.
- ¿Qué le gustaría destacar de la ECC en Viña del Mar en cuanto a alumnos, presentaciones y público?
Los alumnos que son parte de la sede de Viña del Mar (y en general en la Quinta Región) siempre están interesados en aprender con una excelente disposición. Son responsables, buenos compañeros y siempre están pensando en ir un paso más delante de lo que se les pide, esas ganas se agradecen.
El público nunca ha fallado, ya sea en muestras para escolares o muestras abiertas un fin de semana. La sala creo que es parte de las personas y ha sabido mantenerse siempre presente. Siempre ha sido un público agradecido y muy acogedor para los alumnos y alumnas de la ECC.
Cabe destacar que actualmente 30 personas asisten al nivel avanzado de esta escuela en la Sala Aldo Francia y que el 2013 se diplomaron como narradores en este espacio cultural de la Ciudad Jardín 85 personas que beneficiaron con sus presentaciones nada menos que a 17.203 personas de la comuna y la zona tras realizar sus prácticas sociales en distintos eventos municipales como también escuelas y jardines con sus narraciones que hicieron reir y soñar a niños como también a adultos.
Fundación Mustakis ha desarrollado esta labor en diferentes comunas de Santiago, Valparaíso y el país con alta convocatoria e interés de distintas personas por participar, ya que ayuda al desarrollo de las habilidades cognitivas, auditivas y afectivas con la que busca desarrollar la creatividad de las personas, rescatando el relato oral como forma de resguardar también el patrimonio intangible que poseemos.
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