viernes, 14 de febrero de 2014

Mañana se conmemoran 125 años del Fallecimiento de un Prohombre: José Francisco Vergara Echevers

Una muy interesante nota nos propone para hoy nuestra Unidad de Patrimonio junto a la columna “José Francisco Vergara, su legado” de Emilio Toro Canessa, profesor de Historia y miembro del Archivo Histórico de Viña del Mar.
Un 15 de febrero de 1889, hace 125 años, falleció, recorriendo a caballo sus tierras de Forestal, un hombre, cuya visión, temple y voluntad forjó la historia de un pueblo y la conformación de una ciudad.
A sus 56 años, Don José Francisco Vergara Echevers, cayó de su caballo aquejado por un problema al corazón, según narraciones que al día de hoy aún circulan.
Pese a que cayó el hombre, su legado, no. Donó los terrenos para hacer un Lazareto (Hospital), la plaza, el matadero… Fue tan importante que su apellido se repite incesantemente en calles, espacios y edificios de la ciudad de Viña del Mar.
Quinta Vergara, Palacio Vergara, plaza Vergara, calle Vergara… en fin su nombre no sólo es historia, sino también valor y empuje, puntos altos que Viña del Mar recuerda y constantemente trata de alcanzar.
Forjó en su vida un ideario por el cual luchar, que nos cuenta la historia de un hombre con visión, un hombre que en su devenir lleno de voluntad condujo a la concreción de un sueño colectivo y que gracias a su labor, la ciudad, fraguó.
Si bien Don José Francisco Vergara Echevers es por todos reconocido en la actualidad como el fundador de la Ciudad Jardín, gracias al decreto que en 1874 emitiera el Intendente Federico Echaurren, fue un hombre que se desarrolló en varios campos de la vida, siendo siempre su actuar gravitante para el país, los suyos y Viña del Mar.
Vergara, que se convertiría en un prohombre, es decir, en un personaje ilustre, respetado y de gran consideración entre los de su clase, nació en la cañada de Colina, un 4 de diciembre de 1833 como hijo de un veterano de la guerra de la independencia.
Gran parte de su juventud la vivió en Santiago, donde su formación fue al alero del Instituto Nacional gracias a una beca por los servicios prestados por su padre ya fallecido y, más tarde, sería en la Universidad de Chile donde obtuviera el título de agrimensor.
Como ingeniero trabajó en la construcción del ferrocarril que uniría las ciudades de Valparaíso y Santiago en 1853, y en la llegada del tren desde el puerto en 1855 a la otrora tranquila hacienda que dio pie a la ciudad.
Su versatilidad lo llevó a dejar las obras relacionadas con el tren en 1856, arrendando parte de la hacienda Viña del Mar a su propietaria Dolores Pérez de Álvarez para aventurarse en labores agrícolas. Hecho crucial en su vida, porque así conoció a quien sería su esposa, Mercedes Álvarez, única heredera de la hacienda y con quien contrajo matrimonio en 1859, cuando bordeaba los 26 años de eda
Fue este mismo espíritu el que lo llevó a viajar por Europa y Estados Unidos, a destacar en política y como escritor. Fue miembro del partido Radical y detentó cargos de gran relevancia, siendo Diputado por Ancud y Quinchao, Senador por Coquimbo y Ministro del Interior en 1886.
Otra faceta de Vergara nos habla del combatiente que luchó por su patria en la Guerra del Pacífico, participando en la campaña de Tarapacá, en la batalla de Pampa Germania, Chorrillos y Miraflores, incluso en la ocupación de Lima. Esto le valió que fuera nombrado Ministro de Guerra en Campaña entre 1880 y 1881.
José Francisco Vergara Echevers vivió sólo 56 años; no obstante, lo hizo con una intensidad y voluntad emprendedora que lo llevó a proyectar y planificar una ciudad que hoy se yergue y forja bajo su visión e ideal, un hombre que vio en las tierras de la hacienda la posibilidad de una propósito mayor, la actual Viña del Mar.
Fuentes utilizadas:
José Francisco Vergara: Guerra del Pacífico y Liberalismo, Ana Henríquez Orrego. Impreso en Oikos. Valparaíso, noviembre 2009.
Ojo con Viña del Mar, Guía Metodológica. Fundación Futuro. Unidad de Patrimonio y Archivo Histórico de la I. Municipalidad de Viña del Mar. Impresión Andros Ltda. Santiago, marzo de 2007.
Agradecimientos por fotografía proporcionada a Archivo Histórico Patrimonial de Viña del Mar. Av. Libertad 250.
Una interesante columna nos propone hoy el diario El Mercurio de Valparaíso.
Se trata de la columna escrita por Emilio Toro Canessa, profesor de Historia y miembro del Archivo Histórico de Viña del Mar.
Compartimos con todos la imagen desde la cual podrán leer “José Francisco Vergara, su legado”.

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